Hola Amigos, les agradezco por leer este blog y mi deseo es poder compartir algo de conocimiento a estudiantes, profesionales y todo aquel que quiera conocer un poco de mi experiencia.
También hago un llamado a los expertos en los diferentes temas, para que puedan aportar su experiencias.
COMENZAMOS ¡¡¡¡¡¡¡
Hace muchos años, estaba de vacaciones académicas, exactamente para iniciar 4to ciclo en la universidad.
Y tenia que asistir a talleres de Liderazgo, realizados por el programa de LDP.
A si que asistí al Seminario Evangélico de Lima (SEL).
//Para los que no me conocen, les comento que estudie un poco de teología//
Ahí conocí a un pastor, me parecía muy extraño - muy raro - no lo podía encajar dentro de los diferentes estereotipos de pastores evangélicos, que ya había conocido. Su manera de hablar era tan fresca y graciosa - que pensé- ¿será Pastor ? y un sin fin de ideas mas.....
El taller que brindo , cambio mi manera de pensar y actuar, por lo cual quiero compartir contigo esta experiencia, tan Hermosa de un cuento clásico.
Ahora si Comenzamos ¡¡¡¡¡¡¡¡
La Liebre y la Tortuga
La historia que no conocías
Había una vez una tortuga y una liebre que estaban discutiendo sobre cuál de las dos era la más rápida.
Decidieron resolver la discusión con una carrera. Se pusieron de acuerdo en una ruta y comenzaron la carrera.
La liebre salió disparada por delante y corrió con todas sus fuerzas durante un tiempo.
Entonces, viendo que estaba mucho más delante que la tortuga, pensó sentarse bajo un árbol durante un tiempo y relajarse antes de continuar la carrera.
Se sentó bajo un árbol y en seguida se quedó dormida. La tortuga pasó arrastrándose y la adelantó, y en seguida terminó la carrera, quedando como ganadora absoluta.
La liebre se despertó y se dio cuenta de que había perdido
la carrera.
La moraleja:
" El lento y tenaz gana la carrera."
Esta es la versión de la historia con la que todos hemos crecido.
LA HISTORIA NO TERMINA AQUÍ, y continúa como sigue…
La liebre estaba decepcionada por perder la carrera, así que se puso a hacer una introspección.
Se dio cuenta de que había perdido la carrera solamente porque se había confiado demasiado, había sido descuidada y relajada.
Si no hubiera dado las cosas por hechas, no habría sido posible que la tortuga la venciera.
Así que retó a la tortuga a otra carrera.
La tortuga accedió.
Esta vez la liebre salió y corrió sin detenerse desde el principio hasta el fin de la carrera.
Ganó por varias millas.
La moraleja:
“El rápido y firme siempre vencerá al lento y tenaz”
“Es bueno ser lento y constante, pero es mejor ser rápido y fiable.”
LA HISTORIA NO TERMINA AQUÍ.
La tortuga se puso a pensar esta vez, y se dio cuenta de que no había forma de vencer a la liebre en una carrera del modo en que esta estaba trazada.
Pensó durante un rato y después retó a la liebre a otra carrera, pero por una ruta ligeramente diferente.
La liebre accedió.
y salieron.
Guardando el compromiso que había hecho consigo misma la liebre de ser rápida todo el tiempo, salió y corrió a toda velocidad hasta que llegó a un ancho río.
La línea de meta estaba a un par de kilómetros del otro lado del río. La liebre se sentó allí pensando qué hacer.
Mientras tanto, la tortuga
pasó a su ritmo, se metió en el río, nadó hasta la orilla opuesta, continuó
caminando y terminó la carrera.
La moraleja:
“Primero identifica tu facultad principal y después cambia el terreno de juego para que vaya bien con tu facultad”.
LA HISTORIA AÚN NO HA TERMINADO.
La liebre y la tortuga, para entonces, se habían hecho muy buenas amigas, y se pusieron a pensar juntas.
Ambas se dieron cuenta de que la última carrera se podÍa haber corrido mucho mejor.
Así que decidieron repetir la última carrera, pero correr en equipo esta vez.
Salieron y esta vez la liebre llevó a cuestas a la tortuga hasta la orilla del río. Allí, la tortuga la sustituyó y nadó hasta el otro lado con la liebre a su espalda.
En la orilla opuesta, la liebre cargó de nuevo a la tortuga y alcanzaron juntas
la línea de meta. Ambas tuvieron un sentimiento de satisfacción mayor que el
que habían sentido antes.
La moraleja:
“Es bueno ser brillante
individualmente y tener facultades importantes; pero si no eres capaz de
trabajar en equipo y coordinar con los demás, tu resultado será regular y otra
persona lo hará mejor que tú, porque siempre
habrá situaciones que no conocerás bien”
Tomad nota de que ni la liebre ni la tortuga se rindieron después de los fracasos.
Le liebre decidió trabajar más duro y poner más esfuerzo tras su fracaso.
La tortuga cambió su estrategia porque ya
estaba trabajando lo máximo que podía.
En la vida, cuando nos enfrentamos con un fracaso, algunas veces es apropiado trabajar más duro y poner más esfuerzo.
Algunas veces es apropiado cambiar de estrategia e intentar algo diferente.
Y algunas veces es apropiado hacer ambas cosas.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital.
Cuando dejamos de competir contra un rival y en
su lugar empezamos a competir contra la situación, funcionamos mucho mejor.
Para resumir, la historia de la liebre y la
tortuga tiene mucho que decir:
1.-Los jefes que entre ellos son rápidos y firmes siempre batirán a los lentos y tenaces.
2.-Trabaja según tus competencias.
3.-Reunir recursos y trabajar en equipo siempre batirá a los que trabajan individualmente.
4.-Nunca te rindas cuando te enfrentes a un fracaso.
Y finalmente,
5.-Compite contra la situación – no contra un rival.
Este cuento, no me lo he inventado, es una Versión sobre Esopo, Samaniego.
Lo recibí en mis talleres de liderazgo hace muchos años y quiero darte este regalo, que espero sea de gran utilidad para ti.
Seguramente este cuento ya lo sabes; pues es hora de ponerlo en PRACTICA.
Pasar a la ACCIÓN – Y eso depende de tí.
Hasta aquí, lo tienes todo completito, Te espero en un Próximo capítulo.
Leyder